3. DOMÓTICA

Cuando hablamos de domótica entendemos que una casa inteligente puede ser controlada y automatizada para reducir el desperdicio de energía y tiempo y mejorar la calidad de vida de sus residentes. Por ejemplo: control de la iluminación, alarmas de intrusión y riego de jardines.

Los objetos conectados son cualquier tipo de dispositivo con conexión a internet. Esto es posible gracias al Internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés). Un sistema domótico recopila la información procedente de esos objetos conectados, la procesa y emite órdenes que automatizan determinadas acciones establecidas por el usuario.

Esa interconexión de objetos mediante la tecnología IoT favorece la construcción de un hogar inteligente gestionado de forma remota mediante cualquier dispositivo que reciba esa información procedente de un objeto conectado y pueda procesar una respuesta.

Las distintas aplicaciones de la domótica tienen como fin la mejora de la calidad de vida de los usuarios y se pueden dar en diferentes categorías dentro del hogar. Controlar y optimizar el consumo energético global de una casa es posible gracias a la domótica. Controlar y optimizar el consumo global de energía de una casa es posible gracias a la domótica. El control a distancia de las distintas tareas de una casa permite aumentar el confort de esta. Un sistema de domótica permite vigilar a distancia la vivienda y programar la respuesta a posibles intrusiones en el sistema de seguridad. El sistema puede ser utilizado por cualquier persona, a pesar de su nivel de habilidad, porque los sistemas de domótica permiten la conexión entre el usuario y los diferentes dispositivos conectados. Esta es la base de cualquier sistema domótico, ya que permite al usuario controlar a distancia el sistema.